En un mundo donde la salud y la pureza son cada vez más valoradas, el aceite de girasol prensado en frío se ha convertido en una elección estratégica para marcas que buscan diferenciarse. A diferencia del aceite tradicionalmente extraído con calor (≥120°C), este método cuidadoso preserva no solo el sabor natural, sino también los nutrientes esenciales que los consumidores modernos exigen.
La producción de aceite de girasol prensado en frío sigue una secuencia precisa:
“Estudios de la Universidad de Valencia muestran que el aceite prensado en frío retiene hasta un 95% de su contenido de vitamina E frente al 65% en aceites calentados.” — Dr. Elena Ruiz, especialista en nutrición funcional
| Parámetro | Aceite prensado en frío | Aceite caliente |
|---|---|---|
| Vitamina E (%) | 95–98% | 60–65% |
| Polifenoles totales | Alto (150–200 mg/kg) | Bajo (50–70 mg/kg) |
| Punto de humo (°C) | 190–200 | 160–170 |
Esta diferencia no es solo técnica: es una ventaja competitiva real. Los compradores B2B en Europa y América Latina están dispuestos a pagar más por productos que ofrecen transparencia, calidad sensorial superior y beneficios nutricionales comprobables.
Invierte en equipos de prensado en frío certificados (como los de marca GEA o Alfa Laval). Establece controles de calidad rigurosos: acidez ≤ 0.5%, peróxido ≤ 5 meq O₂/kg y punto de humo ≥ 190°C. Etiqueta claramente con normativas locales (ej. ISO 22000, Reglamento UE 1169/2011).
El futuro del aceite de girasol está en la innovación responsable. Si tu empresa busca posicionarse como proveedor premium en mercados exigentes, esta tecnología no es una opción: es una necesidad.
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