En los últimos cinco años, la demanda de aceites vegetales de alta calidad ha crecido un 37% en mercados como Europa y América Latina (Fuente: Euromonitor 2024). Entre estos, el aceite de girasol prensado en frío se ha convertido en una opción preferida por consumidores conscientes de su salud y por marcas premium que buscan diferenciación real.
La clave no está solo en el producto final, sino en cada etapa del proceso. El método tradicional de prensado a alta temperatura (>120°C) destruye muchas de las propiedades nutricionales naturales. En cambio, la técnica de prensado en frío (<60°C) preserva activos esenciales como la vitamina E (tocopherol), los esteroles vegetales y los ácidos grasos insaturados.
| Característica | Prensado en frío | Prensado caliente |
|---|---|---|
| Vitamina E retención (%) | 95% | ~55% |
| Aroma natural | Intenso, floral | Neutro o ligeramente quemado |
| Punto de humo (°C) | ≈190°C | ≈160°C |
Estudios de la Universidad de Córdoba (España) confirman que los consumidores perciben un sabor más "natural" y menos artificial en productos elaborados con aceites prensados en frío. Esta percepción emocional —que va más allá del valor nutricional— es lo que convierte al aceite de girasol prensado en frío en un producto estratégico para marcas que quieren conectar con valores como autenticidad y bienestar.
Para empresas que buscan entrar en el segmento premium, el camino es claro:
Además, asegúrate de medir constantemente parámetros clave como el índice de peróxidos (≤5 meq/kg) y el valor de acidez (≤0.3%). Estos indicadores no solo cumplen con normativas UE y FDA, sino que también generan confianza en el consumidor final.
El futuro del aceite comestible no está en la cantidad, sino en la calidad. Si estás listo para ofrecer algo más que un producto básico, el prensado en frío es tu primer paso hacia una marca verdaderamente premium.