El proceso de producción de aceite de girasol prensado en frío es un camino crucial para obtener aceite de alta calidad. Comienza por la selección de materias primas. Las semillas de girasol deben ser de alta calidad, libres de impurezas y daños. La temperatura de control en este paso es fundamental, ya que una temperatura adecuada ayuda a mantener la integridad de las semillas y sus nutrientes.
Luego, sigue la trituración en frío. En este paso, las semillas se trituran a una temperatura baja, generalmente por debajo de 60°C. Según estudios científicos, la trituración en frío a esta temperatura ayuda a mantener la estructura molecular de los nutrientes en las semillas, preservando así el sabor y los componentes activos del aceite.
El control de temperatura en la prensado en frío es esencial para mantener la calidad del aceite. Durante el proceso de prensado suave, la temperatura debe mantenerse en un rango adecuado para evitar la degradación de los nutrientes y la generación de sabores indeseados. En comparación con la prensado en caliente, la prensado en frío puede retener mejor los ácidos grasos insaturados y las vitaminas en el aceite.
Por ejemplo, un estudio mostró que el aceite de girasol prensado en frío contiene hasta un 20% más de ácidos grasos insaturados que el aceite de girasol prensado en caliente. Estos ácidos grasos insaturados son beneficiosos para la salud, ya que pueden ayudar a reducir el colesterol en la sangre y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Para las pequeñas y medianas empresas y las marcas de aceite de alta gama, la selección adecuada de equipos de prensado en frío es crucial. Los equipos deben ser capaces de controlar precisamente la temperatura durante todo el proceso de producción, desde la trituración hasta la refinación en frío.
Además, los criterios de detección de calidad son igualmente importantes. Estos criterios incluyen la detección de la pureza del aceite, la cantidad de nutrientes y la presencia de impurezas. Cumplir con estos criterios de detección de calidad no solo garantiza la calidad del producto, sino también la conformidad con los requisitos legales de las etiquetas.
Existen diferencias significativas entre el aceite prensado en frío y en caliente en términos de sensorial y nutricionales. El aceite prensado en frío tiene un sabor más suave y natural, mientras que el aceite prensado en caliente puede tener un sabor más fuerte y quemado. En cuanto a la nutrición, el aceite prensado en frío retiene más nutrientes, como vitaminas y ácidos grasos insaturados.
En resumen, el aceite de girasol prensado en frío ofrece muchas ventajas en términos de calidad y salud. Si su empresa está buscando fabricar aceites de alta gama y diferenciados, conocer los detalles técnicos y los criterios de selección de equipos de prensado en frío es esencial.